Arts & Crafts and Frankensteins (Español)
Las canciones tienen vida propia. Si estás leyendo este blog, seguramente la música te importa lo suficiente como para haberte dado cuenta por ti mismo. Este primer post de mi primer blog trata de la vida de las canciones del álbum recopilatorio Arts & Crafts and Frankensteins, lanzado en noviembre de 2017.
Dichas canciones son las criaturas más longevas de mi terrario musical, siendo la más temprana Click my tongue , del año 2002. Algunas de ellas disfrutaron de una existencia bastante tranquila durante unos cuantos años, confinadas a mi sala de estar, hasta que me di cuenta de que ya empezaba a ser hora de familiarizarme con programas de edición musical y empezar a grabar mi música, ya que una vida de encierro no era lo que quería para mis canciones. Y me puse a ello.
Las primeras grabaciones fueron de The Elephant Song y You Ruin my Sadness, alrededor de 2010, y las últimas de So Far So Good y Smart Guy, a principios de 2013, unos 6 meses a.C. (antes de China, como me gusta decir). El orden de grabación no está relacionado con la edad de las canciones, más bien con lo que en su momento me parecieron "prioridades del mercado" (¡ahora me parto solo de pensarlo! Hace mucho que desistí de intentar entender los oscuros designios del mercado). En tres años las canciones se vieron clavadas a un trozo de corcho, como especímenes raros de mariposa, para ser vistas (que no sentidas) exactamente de la misma manera por cada cual. Se fundieron con su producción hasta hacerse un solo ente, hasta el punto de que ya no me acuerdo de cómo eran antes de grabarlas, excepto las que cogí y rehice en colaboración con otros artistas, como Nocturna (con Vladi Stanojevic de The Lazy Dreamers) o Getting on (con Vincent Searfoss, de Sour Bounty). Estas últimas asumieron una nueva forma que, con el tiempo, se ha convertido en su "verdadera" forma, por así decirlo. Como ya he mencionado, las canciones tienen vida propia.
En cuanto a la narrativa de las canciones, bueno... esa es otra historia, historia antigua, si se quiere. A veces, escuchar esas canciones es la única manera de recordar mis sentimientos de aquel tiempo, como una fotografía del alma, por cursi que pueda sonar. La mayoría de esos sentimientos los ha borrado una vida de cambio constante. Sin duda, eso me deja un sabor agridulce en la boca pero, si bien los sentimientos ya no están, al menos aún me quedan las canciones.
Pero si algo define esta colección de grabaciones es su calidad "hágalo usted mismo". Casi todo lo hice yo solita: componer, grabar, tocar los instrumentos que tenía al alcance y programar los que no, mezclar, masterizar... y no quedó más remedio, ya que, sencillamente, no tenía a nadie que me pudiera ayudar con esas cosas en ese momento (aunque debo confesar que recibí muchísima ayuda en el aspecto visual así como un par de ideas musicales brillantes del fotógrafo Ismael Tato. Las fotos que salpican este blog son todas suyas, escogidas como imagen individual de cada canción cuando las tenía esparcidas por Bandcamp). Las canciones son 100% Hel. Afortunadamente, esa manera de hacer música ha cambiado, y ahora sí tengo a mi alrededor gente dispuesta a prestarme su pericia cuando la necesito. El resultado: mis limitaciones en los aspectos más técnicos de la grabación las ha compensado el todopoderoso Vladi Stanojevic, aplicando así una capa extra de brillo a mis queridas criaturas.
Están listas para una nueva fase en su vida, juntas, ahí fuera, como representación de quien era yo antes. Estoy orgullosa de ellas. Sería maravilloso que te gustaran a ti también.