top of page

Qué hacer con tu vida cuando no hay bolos

Me considero un bicho de escenario, no soy el tipo de músico que graba en estudio o que compone para otros. Actuar frente al público, ya sea grande o pequeño, es el objetivo final que tengo en mente para todas las canciones que compongo. Es una sensación inigualable cuando estás sobre el escenario, todos esos ojos oídos dirigidos hacia ti, y lo das todo: "música que, como la piedad, da lo que es y no tiene nada que demostrar" (Ani Difranco, Up up up up).

Dicho esto, no tiene nada de fácil. Uno se preocupa de hacerlo bien, de interactuar con el público entre canción y canción, de si se va a olvidar de un trozo de letra, o de parte de una nueva canción que aún no se tiene del todo controlada... Pero si por el motivo que sea no puedes actuar, es como si parte de ti se marchitara, como si te volvieras invisible. Mi buen amigo H, bajista de The Lazy Dreamers, lo describió así: "es solo cuando estoy en el escenario que me siento vivo".

A veces me dejo llevar un poco...

Pues bien, ahora estoy pasando por una temporada sin bolos. My visado de estudiante en China excluye cualquier otra actividad aparte de estudiar, incluidas las actuaciones con fines comerciales, así que, aparte de algún bolo ocasional para la universidad en fechas señaladas, se puede decir que estoy en dique seco. Solo puedo añadir al respecto que cuando estás de visita en otro país tienes que respetar sus reglas, no hay otra.

Entonces, ¿qué hacer para mo marchitarse? Puedes invertir el tiempo sobrante en otros aspectos de tu música para llevarla a otro nivel. Las actuaciones en directo consumen mucho tiempo. Aparte del rato que pasas tocando hay que considerar los ensayos necesarios para mantener el repertorio fresco y variado, los desplazamientos, las fiestas ocasionales que siguen a un buen concierto porque ha ido bien y apetece, y a uno malo porque ha sido un asco y lo que quieres es olvidarlo, (en ambos casos acabas hecho un guiñapo durante gran parte del día siguiente). ¡No os vayáis a pensar que es todo jolgorio y cabriolas! Volviendo a lo que decía, cuando sobra el tiempo, uno se sienta a pensar en todas esas cosas que ha estado posponiendo por falta del mismo. Si se es un músico idependiente, nunca es poco lo que hay pendiente, jeje...

En mi caso el trabajo de estudio ha tomado prioridad. Solo así ha sido posible la remasterización y lanzamiento de Arts & Crafts and Frankensteins, y también lo será lanzamiento del primer álbum de Sour Bounty (si Dios quiere, en Febrero de 2018), con buen número de canciones nuevas para las que encontramos tiempo e inspiración al darnos cuenta de que el dichoso período de sequía iba en serio.

Y no vayamos a olvidar una parte abrumadora: la promoción. Horas y horas frente al ordenador aprendiendo a hacer cosas, intentándolas, fracasando, mordiéndote el puño para no acabar tirando el ordenador por la ventana... páginas web, perfiles aquí, acá y acullá, edición de fotos y vídeos... siempre con la sensación de que por más que hagas nunca será suficiente. Bienvenidos a la vida del artista independiente, INDEPENDIENTE con todas las letras, ¡no es coña!

Ahí tenéis mi forma de esta situación, aparte de un par de veces que Vinny y yo directamente cogimos los instrumentos y nos pusimos a tocar en la calle, donde fuera, para quitarnos el mono (ni gorrito, ni funda de guitarra abierta ni nada, no fuera cosa que un alma bienintencionada nos diera una propina y acabáramos en la cárcel, culpables de "tocar música con fines comerciales").

Es cuestión de aprovechar el tiempo. El trabajo nunca acaba, y no tengo excusa para no hacerlo. Además, no hay sequía que dure para siempre...

bottom of page