Lo que hago ahora: Sour Bounty(I)

Hoy quiero empezar a contaros cosas sobre mi proyecto musical actual, el dúo acústico Sour Bounty, antes conocido como Lefty and the Spaniard. Mi compañero en esta aventura en Vincent Searfoss, procedente de los EEUU y una fiera tocando el banjo. Por suerte o coincidencia, acabamos en la misma clase de chino avanzado durante nuestros estudios del idioma. Así empezó, en 2014. Aquí tenéis una muestra de su trabajo en solitario.

Era un grupo minúsculo de seis alumnos, y Vinny y yo éramos los únicos con una vida musical paralela, así que nos hicimos amigos casi instantáneamente, y empezamos a hacer música juntos casi inmediatamente. Ya me había olvidado, pero hace poco me recordó que durante nuestra primera sesión musical, en mi habitación de la residencia, tuvo lugar en chino, lo cual es sencillamente ridículo, teniendo en cuenta que acabamos siendo íntimos amigos y que la piedra angular de nuestra amistad es la buena comunicación. Supongo que fue cosa de mi buena alumna interior, siempre dispuesta a aprovechar cualquier oportunidad de practicar. Si la memoria no me falla, una de las primeras canciones en la que trabajamos juntos fue un tema original mío llamado Nautilus. Este es el resultado:

No os llevéis la impresión equivocada, hay voz en la mayoría de nuestras canciones, y las instrumentales son normalmente composiciones suyas, pero, de alguna manera, empezamos con esta "excepción", y también fue la primera canción que grabamos juntos.

Al principio nos lo tomamos con calma, no teníamos un propósito definido aparte de hacer cancioncitas juntos. Ni siquiera nos molestamos en buscarnos un nombre hasta mucho más adelante. Al final nos surgió la oportunidad de tocar semanalmente en un garito diminuto llamado Old Time. Como nos hacía falta un repertorio decente, nos pusimos a sacar versiones y a tomárnoslo más enserio. Ahí tenéis un vídeo de esos bolos (gracias a Bo por el vídeo).

Y ahora, aquí estamos, en pleno proceso de grabación de nuestro primero álbum al tiempo que intentamos encontrarle sentido a la vida en el exilio sin perder la cabeza en el intento. Aburrido no es, la verdad, y menos aún cuando tienes al lado a tu colega, y tu colega está dotado de un sentido del humor absurdo capaz de hacerte reír hasta ahogarte regularmente. Está como una chota, Vinny.

Esto es solo el principio de una historia en curso... continuará.