top of page

El fin de Hel parte II: City Girl


St Naum, Macedonia, 2017

Soy una chica de ciudad. No te darás cuenta por cómo me conduzco en plena naturaleza ya que soy capaz de caminar, escalar, nadar, seguir un mapa o una brújula tan bien como cualquier otro. Los insectos no me matan, pero me las ingenio para mantener la calma cuando se me acerca una abeja a investigar el contenido de mi bocata... Me siento cómoda al aire libre, pero hay dos cosas que me revelan: primero, si hay un animal cerca, tengo que tocarlo; segundo, si hay bayas cerca, tengo que cogerlas.

Estas son bonitas, pero probablemente no comestibles

Así es como se da uno cuenta: una persona de campo, acostumbrada a tener cerca animales domésticos o a ver animales salvajes de vez en cuando, no pierden la compostura como yo siempre que se presenta la ocasión de interactuar con, pongamos, un caballo, una vaca, una ardilla o algo así, algo que, por lo general, no te va a matar. Siento la necesidad de acercarme y conseguir que el bicho reconozca mi presencia de la manera que sea (eso sí, sin fastidiarlo), ya sea acariciándolo, dándole de comer, diciéndole cualquier tontería o sencillamente colocándome lo bastante cerca como para que quede clara mi intención: ¿puedo jugar contigo? ¿Quieres ser mi amigo?

Otro claro indicador es mi pasión por coger moras. Como buena chica de ciudad que soy, me maravillan esas cositas comestibles, brillantes y coloridas, como pequeñas joyas, que puede uno sencillamente coger y comer completamente gratis... Me entra la codicia con ellas, me gusta recoger un buen montón e ilusionarme con las posibilidades del botín mientras me froto las manos y babeo: ¿una tarta?¿Un pastel? ¿Mermelada? ¡Ahhhh! ¡Cuánto potencial!

Sliding across a chunk of glass / Water / Only light and fish from the keel to the bottom/ Green everywhere / Sight, touch and smell / Peace everywhere / I just don’t dare speak / Busy hands / One supports my chin and the other / Racks the surface and gives away my heat / To the water / Rowing ahead of the herd has its advantage Soon they’ll be here with their loud talk and packed lunches / Spend the day picking berries and feeding horses / Not bad for a city girl with no training Stare at the blue sky /Let it fill me up / Let it quench a thirst I didn’t know I had / Seas rising, skies closing in/ But from this mountain It doesn’t seem that the Earth is dying Is it? / Really? / Sliding across a chunk of glass / Water

Me deslizo sobre un pedazo de cristal: agua/Solo hay luz y peces desde la quilla hasta el fondo/Todo es verde/A la vista, al tacto, al olfato/Todo es paz/ No me atrevo... a hablar/Manos atareadas/una me aguanta la barbilla/La otra acaricia el agua y le cede mi calor/Remar por delante del rebaño tiene sus ventajas/Pronto estarán aquí con su ruidosa conversación y sus bocadillos/A pasar el día cogiendo moras y dando de comer a los caballos/No está mál para una chica de ciudad sin formación/Contemplo el cielo azul/Dejo que me llene/Que aplaque una sed que no sabía que tenía/ Mares creciendo, cielos encogiéndose/Aunque desde esta montaña no parece que la Tierra se esté muriendo/¿Lo está? ¿De verdad?/ Me deslizo sobre un pedazo de cristal: agua

Me cuesta captar hasta qué punto es preocupante la situación, pero todo parece indicar que bastante. Yo hago lo que puedo intentando minimizar mi impacto sobre el planeta, y trato de no montar en cólera al darme de bruces con la realidad de que se podría hacer mucho más, que deben hacer mucho más aquellos que toman las decisiones en esta "enorme piedra redonda" (El Último de la Fila). Pero no me parece que lo hagan, o al menos no al ritmo que deberían.

Espero de verdad que dentro de dos o tres generaciones ir a coger moras o acariciar llamas siga siendo una posibilidad y siga llenando a la gente de ciudad del asombro que siendo yo cuando me rodea la naturaleza, y que los inspire a hacer todo lo que puedan para protegerla. ¡Espero que quede aún algo por proteger!

bottom of page