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El fin de Hel parte III: Sunflowers

Ha pasado un tiempo desde mi última entrada. No me lo explico... puede que se trate de un caso de autosabotaje a manos de Hel. Mira, Hel, sea como sea, va a ocurrir, así que ¡estáte quietecita!

Por dónde iba... ah, sí, Sunflowers. Un ejemplo de canción alegre que, en el fondo, no es tal, si prestáis atención a la letra. Aquí la tenéis, echadle un oído:

Hola! Llamando a la puerta de tu cabeza /¿puedo pasar? /Supongo que te has puesto a consultar las probabilidades otra vez. /Y bien,/ ¿qué tal va nuestro caballo? /Por cierto, tengo que contarte... /he sufrido una distracción, /hacía frío y llovía, /y ya sabes lo resbaladiza que se pone la calle cuando vas sobre dos ruedas... de pronto, ei! /¿Y si las cosas no cambian nunca? /Como un relámpago, la pregunta me atraviesa el cerebro, /la veo aún con los ojos cerrados. /Intentamos mirar fijamente al sol /como medida cautelar, /para ver solo lo que sale de dentro. /Tu lo afrontas de otra manera,/ lo dejas fluir por tus venas, /se mueve contigo y/ permaneces callado, son necesidad de hablarlo. /Justo igual que yo, /que no puedo evitar contarte incluso que he descubierto /un nuevo sabor de gominola. /Pero sé lo mucho que te asusta pensar /que acabarás como uno más en un campo de girasoles. ¡Ei!¿Qué pasa si las cosas no cambian nunca? /Como un relámpago, me atraviesa el cerebro, /visible aún con los ojos cerrados. /Intentamos mirar fijamente al sol /como medida cautelar, /para ver solo lo que sale de dentro./La vida se vuelva más y más cara, /y lo pago con todos estos años . /Pero si ya no puedo ser una joven promesa, /estoy decidida a ser una vieja gloria por descubrir.

(Hey! I’m knocking on your head/ Can I go in there? / I guess that you’ve been checking out the odds again, so, well/ Is our horse doing ok?/ By the way need to tell you /I got distracted/ It was cold and it was raining/And you know how easily two wheels can slip/ when the ground is wet and, suddenly, hey!/ What if things never change?/A lighting crossing my brain / You can see it even with your eyes shut/ We try to stare into the sun/ As a caution measure/ So all we can see is what comes from within, yeah/ You, you fight a different way/ You let it inside your veins / It moves with you and you / Keep it quiet with no need to explain/ Exactly like myself/ When I can’t wait to tell you/ I just discovered there’s a brand new taste of gummy/ And I know how much it frightens you to think / You’ll end up with all the sunflowers in the field, hey! / What if things never change?/ A lighting crossing my brain/ You can see it even with your eyes shut/ We try to stare into the sun/ As a caution measure/ So all we can see is what comes from within/ Life keeps getting more expensive/ And I’m paying with all this age/ But if I can’t be a young promise anymore/ I’m determined to be an old glory/Yet to be discovered)

Tiene ya unos años la cancioncita... En aquel entonces me identificaba completamente con mi lucha artística, la veía como una batalla que, al final, se tendría que ganar o perder. Y la veía como algo que me separaba (a mí y a mi pareja en aquellos tiempos, también involucrado en su propia lucha artística) del resto del mundo: ahí estaba yo, la temeraria, al borde de la pobreza y la locura, negándome a pasar por el aro y caer del lado de la gente "normal". Solo que siempre he sido demasiado responsable como para rozar la pobreza durante mucho rato, así que me convertí en una persona "anormal" con ambas cosas: un sueño y un trabajo. Y prácticamente cero tiempo libre.

La canción refleja la preocupación constante que te ronda la cabeza cuando estás intentando alcanzar un sueño: ¿y si nunca se cumple? Y cuando se te ocurre una frase llena de arrojo como la del final de la canción, (básicamente: no me rendiré nunca),¿significa eso que estás dispuesto a acabar convirtiéndote en un vejestorio testarudo que no acepta la realidad?

Menos mal que mi buen amigo y mentor, el Oráculo Negro, me pasó un libro que le hizo una buena grieta a mi resistencia a aceptar que el ahora es lo único que importa. Todos somos brevemente conscientes de ello cuando oímos de alguien que, sin estar en la lista de aquellos próximos a despedirse de este mundo, va y hace exactamente eso. Uno se queda perplejo y se siente muy pequeño ante la naturaleza fugaz de la existencia humana. "Tengo que vivir el momento... me podría caer un piano encima mañana mismo". (¡Morir así sería la broma cósmica definitiva para alguien como yo!). Pero esa consciencia dura un día, si eso, y enseguida retomamos nuestras vidas llenas de preocupación y el ahora se convierte de nuevo en un perpetuo puente flotante entre el antes y el después que nunca acaba de anclar.

Me encuentro tratando de agrandar esa grieta para conseguir disfrutar del proceso de convertirme en una música mejor, independientemente del resultado. y del proceso de estar viva. De eso ya me sé el resultado, al menos en este plano de existencia, así que, ¿por qué preocuparse?

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